Las elecciones legislativas de 2025 dejaron un fuerte impacto en los partidos que alguna vez integraron Juntos por el Cambio. La Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica (CC) sufrieron una notable pérdida de poder en el Congreso, reflejo del retroceso de los espacios de centro frente a la polarización entre las principales fuerzas nacionales. 

El radicalismo presentó estrategias divididas según cada distrito. En Mendoza y Chaco, los acuerdos con los libertarios permitieron conservar presencia parlamentaria, mientras que en Entre Ríos, bajo la conducción de Rogelio Frigerio, compitieron en alianza con el oficialismo nacional y lograron un resultado favorable. Sin embargo, en la mayoría de las provincias el desempeño fue escaso y mostró la pérdida de cohesión interna del histórico partido.

En la Ciudad de Buenos Aires, el presidente del partido, Martín Lousteau, compitió por fuera de la estructura tradicional con el sello Ciudadanos Unidos, una versión local del espacio Provincias Unidas. Obtuvo el 6% de los votos y un escaño, aunque difícilmente se sume al bloque radical en el Congreso. Su estrategia apuntó a posicionarse dentro de un nuevo armado de centro con proyección hacia 2027.

La Coalición Cívica, en tanto, atravesó su peor elección desde su creación. Con la lista Hagamos Futuro, apenas superó el 1,8% en la Ciudad y no alcanzó el piso en la provincia de Buenos Aires, donde perdió todas las bancas que ponía en juego. Elisa Carrió envió un mensaje a sus seguidores destacando el compromiso del partido pese a la derrota y ratificando la continuidad de su proyecto político.

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