Tras el contacto con un ejemplar positivo, una gata en la Patagonia fue puesta en estricta cuarentena por precaución. El incidente subraya la necesidad de vacunar a las mascotas en un contexto de aumento de casos.

El contacto directo entre una gata doméstica y un murciélago que resultó ser portador del virus de la rabia obligó a las autoridades sanitarias a aislar al felino por un periodo de observación. Aunque la mascota tenía su esquema de vacunación, el protocolo exige una cuarentena rigurosa de 180 días. Este suceso puntual en Chubut sirve como un llamado de atención a la población sobre el riesgo de interacción entre animales domésticos y la fauna silvestre, e insiste en la importancia de la inmunización anual obligatoria para evitar el contagio de la enfermedad, que es mortal para humanos.

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