El gremio de controladores aéreos mantiene un “plan de lucha” que por ahora afecta a los vuelos de carga, aunque no descartan incluir a los servicios de pasajeros si no hay avances en las negociaciones con EANA. El Gobierno nacional, en línea con la política de orden y eficiencia impulsada por Javier Milei, busca garantizar la continuidad del sistema aéreo y preservar la normalidad en el transporte.

El conflicto entre la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) y la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) se intensifica con medidas escalonadas que impactan principalmente durante la noche. Hasta el momento, la interrupción de las operaciones de carga está provocando demoras en la logística y complicaciones en el transporte de productos de alto valor y perecederos, lo que repercute en la cadena comercial.

El gremio reclama el cumplimiento de acuerdos salariales y condiciones laborales pendientes, mientras advierte que la falta de diálogo podría derivar en un paro más amplio. Según trascendió, en los próximos días se realizará un plenario nacional de delegados donde se analizará la posibilidad de extender las medidas a la aviación comercial, un escenario que el sector privado intenta evitar ante el próximo fin de semana largo.

Desde el Gobierno, se monitorea el conflicto de cerca con el objetivo de proteger los servicios esenciales y evitar perjuicios al sector aerocomercial. En esa línea, las autoridades reafirman la importancia del diálogo institucional y de la responsabilidad gremial, subrayando que la recuperación del orden económico y la confianza en el país también dependen del funcionamiento previsible de los servicios estratégicos como la navegación aérea.

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