En un operativo llevado a cabo el 28 de noviembre de 2025 en el Servicio Penitenciario Provincial (SPP) del Penal 3 de Bariloche, se hallaron múltiples armas blancas de fabricación casera —facas, cuchillos de distintos tamaños, bastones de madera con puntas y herramientas adaptadas— ocultas en diferentes celdas, lo que representaba un riesgo latente para la seguridad de internos y agentes.
Además, los efectivos decomisaron botellas plásticas con un líquido fermentado artesanal, conocido en el ambiente carcelario como “pajarito” —preparado con fruta en descomposición—, apuntando a frenar el consumo de alcohol clandestino dentro del penal.
La requisa se efectuó celda por celda, con la presencia de testigos y observadores internos para garantizar transparencia, y concluyó sin incidentes ni lesiones: los internos fueron revisados y luego devueltos a sus celdas.
Desde las autoridades penitenciarias se definió el operativo como un procedimiento “respetuoso, ajustado a derecho y centrado en la prevención”, en línea con las políticas de seguridad implementadas en establecimientos carcelarios de la provincia.






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